Normalmente cuando pensamos en un hidroavión nos viene a la cabeza un avión prácticamente convencional con adaptaciones en el tren de aterrizaje (normalmente flotadores) para permitirle operar sobre agua.
El caso del Beriev BE-103 es diferente, ya que es un aparato diseñado tanto para volar como para flotar. Sería mejor definirlo como un auténtico vehículo anfibio.
Entre sus características mas llamativas a simple vista destacan los motores en la parte alta y trasera, algo muy poco comun y que en este caso representan una ventaja evidente para evitar que el agua se introduzca en los motores.
Pero si algo llama realmente la atención es verle entrar en el agua, despegar y más aún,
Actualización 1/5/2013: Como bien dice lalza en los comentarios, efectivamente el BE103 tiene un hermano mayor, pero no se porqué me impresiona menos (sin dejar por supuesto de ser sorprendente)