Nunca es una sensación agradable para un piloto encontrar que no se iluminan como deben las «tres verdes» (las luces que indican que los tres bloques del tren de aterrizaje se han desplegado y bloqueado adecuadamente para realizar la toma). Si además eres un piloto de caza que tiene que tomar en un portaaviones la cosa pinta aún peor, aunque, bueno, al menos llevas un AV-8B Harrier que gracias a su capacidad de despegue y aterrizaje vertical parece que te puede dar alguna posibilidad aparte de la eyección. Al menos probablemente puedas intentar un aterrizaje en el que destroces el morro del avión pero tu sobrevivirás.
A no ser que… No. Vaya locura, intentar poner algo para que sujete la parte delantera durante la toma. Habría que tomar justo encima, una toma al milímetro, con el portaaviones moviendose… imposible.
¿O no?
El pasado 6 de Junio, el capitán de marines William Mahoney se dió cuenta de que habia un mal funcionamiento en el tren delantero poco después del despegue. Tras sobrevolar el portaaviones e intentar los procedimientos correspondientes llegaron a la conclusión de que lo único que podían hacer era intentar esta maniobra. Por cierto, que el «dispositivo» utilizado para apoyar el avión parecer que esta diseñado precisamente para esta situación, aunque lógicamente es un procedimiento que no se puede practicar.
Via The Avionist